Como bien dice la popular canción "Sevilla tiene un color especial" y lo seguirá teniendo mientras existan artistas locales como el estudiante de 1er año de Grado en Bellas Artes de la facultad de Sevilla, Jesús Cerezo con su proyecto final de escultura de 1er año que consiste en reformar un espacio de la ciudad en estado de abandono, en éste caso un callejón del centro de Sevilla (barrio de la Alameda de Hércules).
Para su proyecto, Jesús usa el spray y los rodillos con pintura plástica creando un "paseo psicodélico" dentro de las zonas más antiguas de la ciudad que invita a los espectadores a ver desde un punto de vista más actual las tradicionales calles donde transcurre la vida cotidiana de los sevillanos.
La exitosa propuesta ya ha sido publicada en varios blogs influyentes dentro del arte urbano nacional con buenas críticas sobre su trabajo, lo cual le promete hacerse un pequeño hueco dentro del panorama español al tratarse solo de los primeros trabajos relevantes del estudiante sevillano.
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